martes, 3 de junio de 2014

Fe

Se desborda el edén, se clausura la lluvia, ya no se besan los pies en la última cena, parece que el Apocalipsis se termina. y cuando las cosas suceden sin querer que sucedan, las campanas comienzan a tronar, la fe por arte del espíritu santo nace otra vez, el templo es lo suficientemente grande para cubrir la granizada, o para ser el holocausto perfecto, ese en el que nadie se da cuenta que muere junto con su Dios, la oración no son mas que gritos al prójimo, la verdad es que Dios tiene la misma enfermedad que tuvo Beethoven y aún así melódicamente hizo grandes obras, la madre Tierra por ejemplo.

Dama Azul.

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