Se aligera el trozo de masa que a veces no nos deja volar,
se puede hacer torciendo el cuello, teniendo cuidado de no morir, tronar el
cansancio de los huesos, sobar ligeramente el dedo gordo del pie, sujetar o
moldear las canas, las ondulaciones cobrizas o la pelusa negrusca de la cabeza,
sería bueno desempolvar desde los
cachetes hasta el corazón, aunque algunos prefieran empolvarse el rostro;
desenmarañar las vibraciones del iris, solo así el lobo puede ver mejor y hasta
oír mejor, planchar las arrugas, conmemorar el corazón, curvear hacía arriba la
boca, dejar descansar la prisión; póngase su mejor tela, su mejor trapo, lo que
mejor bese sus pies sujete su cuerpo a los tobillos y arrímese a la puerta,
mueva la manija ligeramente, haga el acto un poco dramático y habrá la puerta;
decida entonces si el pie que sigue va dentro o fuera, si va dentro.. enfádese
consigo mismo, emberrínchese y vuélvalo a intentar.
Dama Azul.
Dama Azul.